viernes, 2 de diciembre de 2016

Re-cordis

que mirarte a los ojos
quizás no fue una casualidad,
quizás fue un hecatombe previsto
donde la mortandad siempre estuvo asegurada.

quizás no era tan imprevisible
que cualquier noche de invierno,
fueses tú quién pusiese precio a mi hambre.

y quizás no entender mis fracasos
no debería haberme atado a ellos.

porque a veces parecen salir a flote,
y es cuando vuelvo a quererte.

pero no es por ti, de verdad.

es por mí, que te trazo a mi antojo,
que ya tan sólo te recuerdo como nunca fuiste,
y dibujo pequeños ápices de lo que hubiera querido que fueras.


ya lo dijo Benedetti,
espero curarme de ti,


y tristemente,
a estas alturas,
eso sí que es un fracaso.

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