sábado, 19 de diciembre de 2015

Quiero maquillar mi recuerdo,
esculpirlo con minuciosidad,
evitar un reflejo certero de lo que fue,
dinamitar cualquier vestigio de realidad.

Que me recuerdes fugaz, sobria, alegre.

Que me recuerdes como nunca fui.
Que olvides lo que llegué a ser.

Quiero que olvides 
mi insomne desasosiego,
y éstos ojos cobardes
rebosantes de aflicción.

Olvida además que me conoces.

Olvida el minuto, la hora, el día. 
Olvida el temblor de mis dedos en tu nuca, 
que nuestras manos inquietas jugaron a acariciarse.
Olvida el timbre acompasado de nuestros gemidos,
y que la ropa no era más que una burda decoración.

Olvida que te quiero también.

Olvídalo todo.

Porque la ignorancia es lo único
capaz de hacer felices a las personas.

Porque te quiero mío,
pero más,
feliz.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Siempre defendí la idea de
saber marcharse a tiempo.

Evitar los ''deberías irte'',
intuir cuando se sobra,
conformarse
parar.

Dinamitar el reflejo de tus ojos,
olvidar tu boca danzante,
limitarte a un imposible
sin excepción a relativo.

Tejer minuciosamente
este exilio voluntario,
y alejarse.