domingo, 3 de abril de 2016

09

No sé cómo explicarte
sin que suene ridículo
que necesito que me eches de menos,
para no echarme de más.

Porque acostumbré a sentirme títere
a manos de un esquizofrénico,
y ahora que no conozco otro camino,
me niego a que sueltes las cuerdas.

No lo entenderías.

Que es una cuestión de amor propio;
dejarme matar en tu recuerdo,
es morir donde únicamente sigo viva.

Que pretendo deshacerme
este nudo de la garganta,
pero quiero enredártelo a ti.

Y esta noche,
que ni sé hacer que me recuerdes,
ni me recuerdo ya sin ti,
me duele por primera vez este egoísmo,
y este absurdo afán por imponerme.

Culpa mía, ¿verdad?

7 comentarios:

  1. El corazón tiene vida propia.
    Y la razón lo contempla aterrorizada.

    Besos y suerte.

    ResponderEliminar
  2. Joer, que sentido de culpa encarnizada.

    ResponderEliminar
  3. Todos necesitamos encontrar a alguien que nos eche de menos.

    ResponderEliminar
  4. Nadie tiene que ser culpable de todo lo que nos hace humanos.

    ResponderEliminar
  5. ¡Qué fácil resulta echar culpas!
    Precioso. Acabo de descubrir este lugar tan bonito y he decidido quedarme por aquí.

    Un achuchón enorme (:

    ResponderEliminar
  6. "Que pretendo deshacerme
    este nudo de la garganta,
    pero quiero enredártelo a ti."

    Juro que sentí eso muchas veces, y todas esas veces tuve que quedármelo para mí.

    Escribís hermoso.

    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar